Aleksandr Lukashenko, el dictador que tortura a sus propios deportistas

Aleksnder Lukashenko presidente de Bielorrusia, en 2019

Bielorrusia vive una situación social y política terrorífica, considerada como la ultima dictadura del viejo continente por la falta casi totalitaria de libertad. Un verdadero desastre que situaciones como estas ocurran en plena era contemporánea y extendido por tanto tiempo.

La situación vivida en el país se debe a un hombre, Aleksnder Lukashenko, presidente de Bielorrusia desde 1994, mas de 26 años violando los derechos humanos, pisoteando e intimidando cada vez que puede, para infligir terror y hacer valer su dictadura sin que nadie le pueda hacer frente.

La ultima victima de Lukashenko, la basquetbolista bielorrusa Yelena Levchenko, una de las mejores deportistas de la historia de su país. Ha sido jugadora de la WNBA y seleccionada nacional múltiples veces, siendo nombrada la mejor pívot del mundial de básquet del año 2010. A pesar de todas estas distinciones no la libraron de la tiranía de Lukashenko.

Levchenko estuvo confinada por 15 días en el centro de reclusión de Okréstina, donde ha sido torturada y despojada de sus derechos humanos, todo por mostrarse contraria al régimen. La deportista se disponía viajar a París cuando fue detenida por el «delito» de haber participado en dos manifestaciones publicas en contra del gobierno.

La propia jugadora de 37 años ha asegurado que no han sido 15 días de reclusión al uso, sino que ha vivido un auténtico infierno durante su cautiverio y que han puesto en peligro su integridad física. La encerraron en una celda donde permaneció sin colchón ni sábanas, durmiendo como buenamente podía. Además, ha estado sin agua caliente y le prohibieron ducharse durante, al menos, 13 días, provocando unas condiciones higiénicas absolutamente nauseabundas.

Por si esto fuera poco, la jugadora ha señalado que le prohibieron salir a dar su paseo diario y que tuvo que estar completamente cerrada en lo que ella ha llamado “un nido de bacterias”, ya que también le bloquearon la cadena del inodoro donde hacía sus necesidades, terminando por convertir su celda en un espacio inhabitable para cualquier ser humano y casi para cualquier ser vivo.