La vacuna es ensayada en pacientes que han sufrido ya los efectos del cáncer de seno triple negativo.
Dos décadas de investigación científica en la materia parecen comenzar a rendir frutos. Médicos de la Cleveland Clinic anunciaron el inicio de ensayos clínicos en humanos con una vacuna que, esperan, ayude a prevenir incluso las formas más agresivas y letales del cáncer de mama.
La vacuna que se ensaya actualmente es producto de veinte años de investigación, afirma la propia clínica en un reporte al respecto. Los estudios fueron financiados principalmente a través de donativos de 20.000 personas.
La vacuna es ensayada en pacientes que han sufrido ya los efectos del cáncer de seno triple negativo una de las formas más agresivas y letales de la enfermedad. En dichas personas será probada la posible capacidad preventiva de la vacuna. Si tiene éxito, la fase de ensayos podría derivar con el tiempo en una terapia preventiva eficaz contra el cáncer de mama, incluso para personas sanas.
Un largo camino
“Esta fase inicial es el primer paso de un largo camino que, esperamos, dará como resultado una vacuna capaz de prevenir por lo menos algunas formas de cáncer de mama”, afirma el oncólogo Thomas Budd, principal investigador del proyecto. “A largo plazo, nuestra meta es determinar si esta vacuna es capaz de combatir el cáncer de seno -especialmente en sus variantes más agresivas- antes de que ocurra.”
La vacuna apunta hacia la proteína α-lactoalbúmina, muy presente en el cuerpo de la mujer durante la etapa de lactancia. Diversos estudios han determinado que entre 70 por ciento y 80 por ciento de las pacientes con cáncer de mama triple negativo presentan un exceso de la mencionada proteína.
Además de evaluar la producción de α-lactoalbúmina, la vacuna experimental motiva una respuesta inmunológica para impedir el crecimiento de tumores.
Dosis y efectos
“Estamos comenzando con personas que ya han sufrido la enfermedad”, aclara Budd. “Quisimos lanzar los ensayos con pacientes que sacarán un provecho concreto para su salud. Una vez que determinemos la dosis adecuada y los posibles efectos secundarios, queremos continuar con pacientes que tengan un riesgo genético de contraer cáncer de mama triple negativo.”
Se estima que esta fase de ensayos culminará en septiembre de 2022.