Tras la muerte del abuelo, la familia inició la búsqueda de una caja con dinero que sabían que tenía guardada, pero la había escondido tan bien que no podían encontrarla, hasta que decidieron contratar a un experto cazador de tesoros para que revisara en el ático, pues sospechaban que ahí se encontraba el tesoro.
La familia quiere vender la casa, pero no podían irse sin antes encontrar la caja de dinero. Para agilizar las cosas llamaron al experto Keith Willie, quien utilizó un detector de metales para localizar el tesoro, el cual se encontraba bajo el piso, por eso no habían podido encontrarlo. Al quitar una tabla del piso de madera dieron con una buena cantidad de billetes.
En un rincón del ático estaba la caja con poco más de 46 000 dólares, lo que para el especialista representó su mayor tesoro encontrado, luego de 10 años de dedicarse a buscar cosas perdidas. Además, asegura que si alguien está buscando algo, seguramente él lo encontrará, ya que cuenta con detectores de metales y la experiencia necesaria para hacerlo, y este hallazgo es una muestra.
Por suerte encontraron el tesoro y ahora además de lo que obtengan por la venta de la casa la familia, tienen 46 000 dólares para disfrutarlos, cortesía de su abuelo. Bien dicen por ahí que nadie sabe para quién trabaja, y luego de años de ahorro ya no los pudo gastar, ni modo.