La petrolera estatal ecuatoriana Petroecuador ha decaído en la producción cerca del 40 % de crudo de sus campos situados en las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos debido a las protestas lideradas por los indígenas, denunció el jueves 24 de junio de 2022 su gerente general, Ítalo Cedeño.
En un comunicado, la empresa señaló que esa proporción porcentual equivalía, hasta el miércoles, a un quebranto acumulado de 451.914 barriles de petróleo, mientras que la caída continua en la producción el jueves es de casi 155.000 barriles, cuando antes de los levantamientos rozaba los 400.000 barriles diarios.
El gerente General, apuntó que a esto se agregan 781 pozos apagados y 31 torres estancadas, cifras que simbolizarían alrededor de un detrimento económico directo para el país de USD 45 millones, discurriendo un precio del WTI (marcador del crudo ecuatoriano) de USD 100, sin contar los daños a la subestructura hidrocarburífera, robos y sabotaje de equipos entre otras acciones causadas por grupos externos a la empresa que persiguen vulnerar sus instalaciones y paralizar las operaciones.
Como resultado de estos sucesos, a los que Cedeño tildó de «sabotaje y vandalismo», igualmente se suspendieron varias centrales de generación que abastecen de electricidad a los bloques petroleros y a tuberías pequeñas.
No obstante, «por los bloqueos y debido a circunstancias ajenas a las labores de la estatal petrolera, los mismos no han conseguido llegar a sus destinos finales, cuya repercusión es el desabastecimiento de derivados en varias provincias», expreso Cedeño.
«Nuestras operaciones son vitales y un servicio público, tal como lo estable la Constitución de la República, no pueden ser estancadas ni perjudicadas. El país está percibiendo forzudamente las derivaciones del paro y las afectaciones son calamitosas «, indico el gerente general.