Se trata de una relación de pareja con un narcisista, un amor con una dependencia emocional, obsesivo y posesivo que se desarrolla de forma involuntaria convirtiendo una relación dominada por la posesividad. Ésto también puede ser un tipo de relación adictiva. Y, por el contrario, el amor inferior, insincero y posesivo puede traer mucho sufrimiento.
Tanto mujeres como para hombres, el lado oscuro del amor se ve teñido de una necesidad insaciable de poseer al otro (dada la inseguridad que se tiene), ansiedad y desesperación, tristeza que se intensifica al sentir enojo y rabia por el rechazo o falta de correspondencia por parte de la otra persona.
El amor obsesivo significa que alguien ha ido más allá del cariño y el respeto, y ha pasado a vulnerar los derechos de la pareja. Y, en muchos casos no necesariamente son pareja, pero la necesidad de sentir que son de su propiedad los hace perder la cabeza. Esto es egoísmo ( frente al instinto posesivo.)
El desenfreno por no perder a esa persona favorece el temor a no ser correspondido, a abandonar todo tipo de actividad por el otro; a sentir culpa, soledad y pérdida al igual que se siente cuando se tiene una adicción. Inclusive este tipo de amor obsesivo los lleva a cometer violencia física, homicidio o llevar al suicidio. La persona se siente dominada por el miedo a no poder estar sin esa persona, lo que genera esa necesidad incontrolable de poseerla y controlarla constantemente.
Toda relación amorosa debe iniciar con un nuevo espacio: el espacio del amor y el esfuerzo por tu pareja. El amor no es un objeto, y no lo puedes apropiar. Recuerda que el amor es el universo, y la persona que amas no es tu propiedad.
Si quieres felicidad – necesitas cambiar tu actitud. No es fácil, pero es posible. Si tú pareja no te corresponde se irá, sin importar lo que hagas.
¿Por qué quieres que alguien que no te quiere esté contigo? No puedes reprocharle a nadie que no te corresponda, pero sí eres libre de cuidar de ti, y apostar por tu paz emocional y mental, alejándote de esa persona. Llora, ten rabia, pero alejate por tu tranquilidad. Aprender a ser feliz dedicándote un rato a cuidar de ti, tanto por fuera como por dentro, es fundamental.
“Deja de estar buscando la felicidad en el mismo lugar donde la perdiste.”
Lcda. Luz Pavicich
Coach Motivacional
