EL NUEVO MINISTRO DE FINANZAS PABLO AROSEMENA SOSTUVO SU PRIMERA ENCUENTRO CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

El nuevo ministro ecuatoriano de Economía, Pablo Arosemena, se juntó este jueves con Boris Weber, delegado del Banco Mundial para América Latina en Ecuador, un convite que tuvo lugar dos días posteriores de haber conseguido el cargo en la substitución de Simón Cueva.

El Ministerio apuntó que la reunión se centró con el deseo de consolidar vínculos de cooperación para el progreso de programas y proyectos «que perpetúen respaldando la reactivación económica del país».

Así lo comunicó este jueves el Ministerio al asentar que la convocatoria tuvo lugar un día en seguida de que Arosemena contribuyera en la primera reunión con delegados del Fondo Monetario Internacional (FMI)

«La política económica del Gobierno Nacional con encauce social atenúa el apoyo de organismos multilaterales», marcó el Ministerio.

Arosemena obtuvo el cargo tras la dimisión de Simón Cueva, quien formaba parte del gabinete del presidente, Guillermo Lasso, desde que emprendió su mandato presidencial el 24 de mayo de 2021, y se representó por conservar una estricta disciplina fiscal y sólidos fundamentos macroeconómicos, incluida una reforma tributaria para aumentar la recaudación.

Con ello indagaba cumplir las metas del programa crediticio que Ecuador conserva con el FMI por 6.500 millones de dólares, de los que ya se han solventado 5.800 millones de dólares.

La partida más nueva, de 1.000 millones de dólares, la ratificó el FMI la semana pasada después de que el Gobierno consumase una sucesión de medidas correctivas solicitadas por la institución para subsanar varias observaciones que impidieron que recibiese antes ese dinero.

Su gestión estará enfocada, según explicó, en la simbolización de las cuentas fiscales, pero con orientación y administrando los recursos con eficacia y ecuanimidad. Su “plan económico de la reactivación” contiene tres compendios: prevalecer la ejecución del gasto social para afirmar que “el gasto público permanezca a los bolsillos de los ecuatorianos”.

El segundo será descender el coste de vida y someter los atrasos, para que ese dinero “fluya e intensifique la microeconomía” y así acrecentar el poder adquisitivo de las personas.

El tercer mecanismo será suscitar la edificación de obra pública, que consentirá la filiación de “empleos de calidad”.

Redacción: Luis Carrión Romero