La alta demanda en atención a pacientes con covid-19 ha evidenciado la necesidad de que los médicos reciban ayuda en la salud mental, en el último año.
La pareja de médicos Tatiana Calderón y Renato Rodríguez que fue encontrada muerta el pasado 12 de abril en Guayaquil y que trataban pacientes con covid-19 y que generó conmoción en redes sociales, expone que los doctores también pueden sufrir problemas psicológicos por el medio en el que se desenvuelven.
La hipótesis de un suicidio por parte de la pareja aún está en etapa de investigaciones. Sin embargo, Tatiana Calderón había publicado mensajes en sus redes sociales sobre sus emociones durante esta pandemia.
El doctor Elio Ochoa, concuerda con la ansiedad y depresión que pueden sufrir los médicos, ya que por ejemplo, antes de la pandemia los enfermos eran rotativos, se podían derivar a otros especialistas o casas de salud, o se les daba el alta en un par de horas. “Ahora los pacientes son multiplicados y eso complica la situación. Son escenas tristes, ya que hay familias en las que mueren los esposos, hijos, etc., y así se destruyen las familias”, explica Ochoa.
La psicóloga María José Contreras refiere que el estrés que conllevan las dificultades en la atención médica durante este brote epidémico del coronavirus requiere sin duda de especial atención a las necesidades de apoyo emocional del personal sanitario de los hospitales en el país y el mundo.
Entre las posibles reacciones que pueden sufrir los médicos generados por el estrés de la pandemia del coronavirus, según Contreras, pueden ser tristeza, frustración, culpa, miedo, confusión o pensamientos contradictorios, dificultad de concentración para pensar de forma clara, o para tomar decisiones, hiperactividad, aislamiento, sudoración, cefaleas, temblores, alteraciones en la rutina del sueño, entre otros.
La especialista Contreras recomienda a los doctores del país cuidar de las necesidades básicas como comer, beber agua, y dormir regularmente, ya que al no hacerlo se pone en riesgo la salud mental y física y también puede comprometer su capacidad de atender pacientes; descansar las horas necesarias, planificar una rutina fuera del área de trabajo, como el ejercicio, cuidado físico, lecturas, llamar o hacer videoconferencias con seres queridos; también la especialista sugiere mantener el contacto con los compañeros, estar en contacto con la familia y los seres queridos; entre otros puntos. (I)