Entregar como regalo de San Valentín todas las fotos de mujeres a las que dio “me gusta” en Instagram a su esposo, fue un atípico regalo que se hizo viral en redes sociales el pasado 14 de febrero. Un obsequio así, muestra como el mundo esta sumergido en un contexto virtual, en el que la pandemia del covid-19 reafirmó su uso e importancia.
Y aunque nadie se imagina un mundo sin redes sociales e internet, ya que, plataformas como Facebook o Instagram han expuesto una forma diferente de conectarse entre sí; esto también puede tener cierta carga negativa y puede generar efectos secundarios pocos saludables.
La ansiedad, depresión, el acoso, la mala calidad del sueño, la estabilidad emocional, el cyberbulling, etc., pueden ser algunas de las consecuencias que puede generar el mal uso de las redes sociales. Para la psicóloga Ariadna Chiriboga, el cyberbulling o “cyberacoso” es una práctica poco positiva de redes sociales ya que afecta a las víctimas que son en su mayoría adolescentes.
Para la experta, el bullying o acoso en general incrementa las probabilidades de sufrir enfermedades mentales y físicas ya que consiste en causar daño psicológico a través de humillaciones, insultos, amenazas, difusión de mentiras o de contenido privado de la víctima, dañando la autoestima , la seguridad social y por otro lado motivando al aislamiento, angustia y depresión.
La psicóloga propone educación para detectar a tiempo el ciberacoso y cómo actuar una vez identificado para así saber bloquear al agresor y distanciarse de ese agente (entorno). “Es importantísimo el apoyo familiar y una buena comunicación con los padres y red de apoyo, para que las victimas puedan compartirlo y no se sientan solas”, comenta.
Saber controlar el tiempo que se dedica a las redes sociales es un factor importante, ya que, su uso excesivo puede generar ansiedad, elevar el cortisol, y demás malestares físicos como tensión en el cuello, ojos y cabeza, etc. La profesional considera pertinente también hacer énfasis en el contenido, ya que hay mucha información sesgada sobre diversos temas relacionados con la salud, por otro lado, para ella “la exigencia” ante una cultura perfeccionista, consumista e idealizada, genera comparaciones y en muchos casos sentimientos de soledad y depresión.
Para la especialista los factores individuales de cada persona puede generar el malestar o la enfermedad psicológica y se la puede asociar con baja autoestima, irritabilidad, insomnio, cambios conductuales, distorsiones de pensamientos o de imagen, angustia, ansiedad generalizada, depresión, trastornos de conducta alimentaria, ideas suicida, adicción conductual, entre otros.
La psicóloga recomienda usar la tecnología con responsabilidad y conciencia, ya que cada uno es responsable de las cuentas que sigue y cómo se siente con ellas. “Si el contenido de ciertas páginas te generan envidia, estrés o comparaciones, es importante tomar conciencia y dejar de seguir esa cuenta. Hay que ser conscientes de que lo que se muestra en redes es un momento que desea mostrar la persona y no la vida real”, agrega la experta. Además alerta sobre la educación a niños y adolescentes sobre el correcto uso, pautas y horarios por parte de los padres, sobre tener una agenda con otras actividades que generen satisfacción y no incluyan aparatos electrónicos. Recomienda inculcar actividades que promuevan la sensación de logro.
Actualmente existen muchísimos estudios sobre el riesgo y las consecuencias del excesivo uso se redes sociales, de hecho la OMS lo reconoce como un problema real de sanidad pública. las tasas de ansiedad y depresión en los jóvenes han aumentado un 70% con el uso de redes sociales.
