PAN CON HELADO, EL MANJAR QUE DISFRUTA LOS MILAGREÑOS

Milagro, tierra dulce por la piña, caña y ciudad de jardín tropical de Ecuador por sus viveros, e igualmente cuna del popular heladero artesanal, Don Klever Freire ,muy conocido como Pavito.

Al mediodía, en la esquina de Juan Montalvo y Eloy Alfaro, él estaciona su carretilla metálica y en la que se lee: “Helados Pavito”. se puede ver a milagreño Kléber Freire, es hijo de Raúl Freire Espinoza, quien fue el pionero, allá por mediados del siglo pasado. Fue de él de quien Klever aprendió todos los secretos del que adquirió el oficio y también el apodo.

A sus 50 años, recapitula en su mente que su amado padre atravesaba las calles de Milagro vendiendo el tradicional helado en pavito, luego helados batidos de frutas que él propiamente elaboraba y que cuando los servía, le incorporaba una cucharadita de mermelada.

“Él murió cuando yo tenía apenas tenía 14 años y lo único que nos dejó  fue su oficio honesto y de nunca rendirnos”, expreso.

Su hermano, Raúl, que también era conocido como Pavito en honor a su padre, también era heladero, pero falleció el año pasado del 26 de agosto del 2021, yo sigo continuado la tradición familiar de estos helados artesanales.

El sitio es agitado, negocio por todos lados, puesto que está en plena vía, donde pasan buses y carros livianos ruedan cerca. El movimiento de las personas es constante, entre todo ese trajinar perenne, parado en la esquina, quien atrae la atención propios y extraños con la venta de esta delicia de helado artesanal.

Padres se paran a saborear este manjar ante la instancia de sus hijos; asimismo colegiales y otros clientes, inclusive los que a bordo de vehículos hacen pedidos a Pavito, a grito pelado. Y él les acerca el dulce, ese inusual sándwich.

La tradición es que el helado sea de fruta que abunda en nuestro país, la mezcla es con el pan mixto, que el helado prevalezca, una exquisitez magnífica para los días que hay solazo en pleno Milagro.

“Mi helado se lo elabora con mucho amor. La gente lo prefiere porque está hecho con pura fruta, no con sabores artificiales ni colorantes. Aquí el helado de naranjilla es de naranjilla igual todas las demás frutas” expreso Klever esbozando una sonrisa.

En la esquina de Pavito, diariamente, el helado tiene un sabor distinto: el lunes, guayaba; el martes, coco; el miércoles, naranjilla; el jueves, chocolate; el viernes, ron pasa; el sábado, fresa; y el domingo de todos los sabores. El helado que va presentado en barquillos cuesta 30 centavos; en vasos, según los tamaños el precio oscila, 50 y 65 centavos o un dólar. El pan con helado vale 50 centavos.

Redacción: Luis Carrión Romero