Programa educando en el camino culmina su segunda fase beneficiando a 7800 niñas y niños de Guayaquil e Isla Puná

La Dirección de la Mujer realizó un recorrido en territorio del proyecto Educando en el Camino, en la zona de Monte Sinaí, previo a la culminación de su segunda fase. El proyecto, que ha sido ejecutado en un periodo de 10 meses (junio 2021 a marzo 2022), recibió la visita de Vivianne Almeida, directora Municipal de la Mujer, Javier Ortiz, director de Humboldt Zentrum, aliado estratégico que ejecuta el proyecto, y personal técnico del programa.

La Dirección de la Mujer ha liderado el proyecto desde su fase 1, que fue implementada de octubre 2020 a marzo del 2021. La segunda fase del programa se desarrolla bajo convenio con su aliado estratégico Humboldt Zentrum y concluye en marzo del 2022. Los beneficiarios del proyecto actual son 7.800 niñas y niños en riesgo de abandono escolar de Monte Sinaí; sin acceso a la educación pública en la Isla Puná; y niñas y niños que se encuentran en la Casa de Acogida “Hogar de Nazareth”. Además del fortalecimiento emocional a sus familias.

Educando en el camino tiene como objetivo promover la permanencia en el sistema escolar de niñas y niños de educación inicial, educación general básica elemental y media, además de fomentar condiciones de protección integral, equidad de género, no discriminación, y cuidado de los menores por parte de sus familias y comunidades. El impacto en el país de la pandemia del COVID-19, ha conllevado efectos que trascienden más allá del nivel socioeconómico, afectando directamente al sector educativo, en particular, a la permanencia escolar de miles de niñas, niños y adolescentes.

El programa dio continuidad a las mismas 12 comunidades de la fase anterior: Los sectores de intervención son: 26 de agosto, Ciudad de Dios, Trinidad de Dios, Las Marías, Sergio Toral 1 y 2, María Paidar, Ebenecer, Monte Sinaí, Las Camilas, Voluntad de Dios y Realidad de Dios.

Debido a que los efectos del rezago y abandono escolar afectan especialmente a las niñas y mujeres, el proyecto se enfocó en que el 60% de sus beneficiarias sean niñas. Además, es importante mencionar que de las 361 plazas de trabajo que generó el programa, 331 fueron destinadas a emplear a tutores, de los que el 91% son mujeres. Esta estrategia ha permitido, brindar apoyo a las madres que son las que usualmente tienen el rol del cuidado y acompañamiento educativo.

Las tutorías presenciales han sido el eje principal del programa. Estas consisten en apoyo personalizado y tutorías grupales. Se trabaja con una metodología ABP: Aprendizaje basado en proyectos, en el que las y los tutores son guías en el proceso de enseñanza y las niñas y niños aplican lo que aprenden como una herramienta para resolver problemas y proponer mejoras en sus comunidades. Esta metodología fomenta el trabajo colaborativo y la inclusión. Las sesiones se desarrollan siguiendo una malla curricular priorizada: desarrollo de la oralidad y la expresión, comprensión lectora y matemáticas.

Mientras que el apoyo formativo se enmarca en los siguientes ejes de acción: fortalecer la capacidad de las familias para el acompañamiento al aprendizaje en casa; y en la prevención y detección de vulneración de derechos. Padres y madres participan en 500 talleres con los temas de contención emocional, importancia de la educación y derechos de la niñez e igualdad. Además, se realiza el levantamiento de información de la situación de cada familia a través de una ficha georreferenciada, que ha permitido detectar situaciones de vulneración en el núcleo familiar y articular al apoyo necesario.

La misión de la Dirección de la Mujer es mejorar la calidad de vida de las niñas y mujeres guayaquileñas a través del fortalecimiento de capacidades, desarrollo de aptitudes, igualdad de derechos y acceso a oportunidades para alcanzar su bienestar y progreso. Para más información invitamos a visitar las redes sociales de la Dirección de la mujer (@inspiramujergye).