Real Madrid y PSG siempre han hecho gala de una gran conexión, más allá de los intereses que defienden ambas entidades. Un buen entendimiento que se está poniendo a prueba más que nunca en las últimas semanas. Los casos de la Superliga, Mbappé, Pochettino y ahora Varane han tensado más que nunca la relación.
Hasta ahora, Al Khelaifi y Florentino Pérez nunca se habían dejado llevar por la presión del mercado para alterar el buen trato entre ambos. Ambos presidentes siempre han antepuesto la cordialidad al negocio. Después de muchos años de contactos, intereses en jugadores y entrenadores, negociaciones y alguna que otra operación, es la primera vez que se aprecia cierta tirantez.
Los intereses enfrentados en la Superliga han dejado herida y a partir de ahí se han producido una serie de movimientos que han provocado una cierta tensión entre ambas entidades. El posicionamiento de Al Khelaifi en contra del proyecto de la Superliga y, sobre todo, sus rotundas declaraciones sobre la situación de Mbappé ante el interés del Real Madrid han hecho saltar las alarmas sobre la relación Real Madrid-PSG.
Desde el choque en la Superliga en abril, el Madrid estrechó el cerco más que nunca sobre Mbappé. La situación contractual del crack del PSG y su resistencia a renovar, acentuada por sus declaraciones, lo acercaban más que nunca al conjunto blanco. El Madrid también miró a París para tantear a Pochettino tras el adiós de Zidane . Y ahora es el PSG el que pone el punto de mira en Madrid por si puede pescar en el río revuelto del ‘caso Varane’, en la misma situación que Mbappé, o incluso aprovechar la no renovación de Ramos para dar el golpe de fichar gratis al ya ex capitán blanco.
Un mal enemigo
Lo que está claro es que el PSG es un mal enemigo. El Madrid lo sabe bien por sus últimos intentos fallidos. El conjunto parisino le ganó la partida con Mbappé en 2018, no le dio opciones con Neymar hace un par de veranos y tampoco con Pochettino. Entremedias, se llevó a Keylor y podría hacer lo mismo con Varane. El Madrid sólo logró sacar de París a Ancelotti y de eso hace ya ocho años.
Ahora la cosas han cambiado. El PSG es un fortín, un muro inexpugnable para el todo el que se asome a su espectacular escaparate de futbolistas. Que se lo digan al Barcelona, cuya ‘guerra fría’ con el PSG le ha salido muy cara. Los azulgrana pierden por goleada desde que la relación saltó por los aires con el caso Verratti en 2017.
La «guerra fría» con el Barça
El Barça fue con todo a por el centrocampista del PSG y el verano acabó con Neymar en París en una de las operaciones más espectaculares y sorprendentes de la historia del fútbol. Ese mismo verano el Barcelona intentó contragolpear, pero su intención de llevarse a Di María tampoco fructificó. Como tampoco saldrían adelante sus intentos de recuperar a Neymar. El último golpe, el ‘robo’ de Wijnaldum, flamante fichaje del PSG tras tenerlo casi todo hecho con el Barcelona, que lo consideraba un fichaje prioritario y estratégico.