Cuando una persona se resigna, significa que está dejando de luchar con lo que pensó nunca dejar ir. Cuando aceptamos una situación, pensamos que estamos sobreviviendo a ella, pero cuando lo olvidamos estamos resignados a dejarlo.
En ocasiones nos hemos convertido en víctimas al estar atrapados ante una situación nos bloqueamos y nos negamos a cambiar el sufrimiento por felicidad. Por mucho que pensemos ¡Ya estoy aquí no hay vuelta atrás! En realidad estamos siendo débiles ante los problemas. Aunque pienses que todo pasa por una razón y que las cosas son como son, en realidad no queremos que las cosas sean como son.
Cuando nos resignamos a una situación eso nos genera dolor, sufrimiento y vacío porque no estoy de acuerdo con lo que estoy pasando y siento que no tengo el control sobre mi. Aceptar es cambiar una actitud negativa por una positiva de una manera serena, dejar de luchar y afrontar lo que viene con calma y seguridad en nosotros.
Por ejemplo. Una ruptura amorosa no es fácil, Perder a la persona que amamos puede ser muy doloroso, sentimos como si nos rompieran en pedazos sintiendo tristeza, soledad, etc… Pensar en resignación es pensar en aceptación. Aunque lo que está pasando me hace daño, pero lo asumo ya que en mi no está cambiarlo, entender que lo que sucede no depende de nosotros.
Las cosas que si dependen de uno son nuestras emociones, pensamientos y nuestras acciones. Soltar es aceptar las cosas que no se pueden cambiar. Ahora bien, aprender a soltar es lo que nos va a permitir crecer y recibir un cambio a nuestra vida.
Por: Lcda. Luz Pavicich Coach Profesional