Cuando andamos en bicicleta nuestro cuerpo se ve beneficiado con grandes dosis de salud, pero debemos recordar que gracias al pedaleo también nuestro cerebro se potencia haciéndose más ágil.
Según los resultados arrojados por un estudio holandés, lo que genera el ciclismo es una mejora tanto de la integridad como la densidad de la materia blanca del cerebro, haciendo crecer el número de conexiones en el cerebro.
Así actúa nuestro cerebro:
Si lo analizamos considerando los aspectos anatómicos de nuestro cerebro, existe una mayor oxigenación en toda la corteza cerebral, pues se incrementa la conectividad del sistema límbico, una región que ayuda a interpretar emociones y mejorar el proceso de atención.
Con el ejercicio se incrementa la liberación del factor de crecimiento, que a su vez ayuda al cerebro a conectar y dividir neuronas, sobre todo en la región del hipocampo, lo que mejora tu memoria y hace más eficiente el metabolismo cerebral.
A nivel neuroquímico, existe un incremento en la satisfacción de los resultados; en consecuencia, se elevan los niveles de dopamina y endorfinas, lo que ayuda a que las personas se sientan felices y con una mayor retención.
No sólo te sentirás mentalmente mejor después de montar en bicicleta, sino que serás más inteligente y locuaz.