En el 2022 San Carlos, líder en la comunicación con propósito basado en la comunidad y gente real, lanzó la campaña “Gente de mi Tierra Dulce”, con la cual se dio a la tarea de localizar a personas extraordinarias, gente trabajadora que día a día busca el sustento para sus familias construyendo con sus manos historias inspiradoras, llenas de dulces momentos.
Y en esta búsqueda visibilizó varias personas en distintos rincones del país. Relatos llenos de tradición y ganas de salir adelante, siendo el azúcar San Carlos la materia prima principal de sus deliciosos postres, mismos que venden en su comunidad y con ello son el sustento para los suyos. A partir de este encuentro se difundió en distintos medios de comunicación sus trabajos.
En la cálida Manta, en la provincia de Manabí, se reunió azúcar San Carlos con Fernando Tuárez, quien, desde hace más de 30 años, todos los jueves y viernes acude muy temprano a la intersección Av. Dos y Calle Diez, para deleitar a sus clientes con el delicioso “helado de coco con pan”. Esta novedosa presentación es muy esperada por los comensales que visitan a Don Fernando y compran toda la producción del día. El secreto, según nos cuenta su autor, es colocar mucho coco en la mezcla y azúcar San Carlos. “Yo estoy muy contento porque a partir de que San Carlos difundió mi negocio me he dado a conocer más, ahora vienen a comprar turistas de Quito, Cuenca, Portoviejo, Guayaquil, Salinas y más ciudades, todos preguntando por el helado de coco con pan”, indica Fernando.
El Corpus Christi es una celebración religiosa en honor del Cuerpo y de la Sangre de Cristo que se recuerda en junio de cada año, y en la cultural Cuenca es muy común ver en estas fechas, en los portales de las calles Luis Cordero, Benigno Malo y Sucre, extensos espacios dedicados a la venta de dulces con este motivo. Pero en el negocio de doña Ruth Palacios los visitantes pueden encontrar estos exquisitos dulces todo el año. “En mi casa siempre hemos vivido rodeados de dulce, mi abuela empezó con la preparación, luego mi mamá y ahora yo, es una tradición”. Ruth comenta que en su local se encuentran más de 60 variedades de dulces, como dulces de paila, dulces de roscas enconfitadas, pan de viento, suspiros, manjar de leche con ostias y más, todos llevan como materia prima azúcar San Carlos. “Desde que salgo en la tele la gente me reconoce en las calles, estoy muy contenta, vienen más clientes y me va muy bien”, finaliza Ruth.
El morocho es una rica bebida de alta demanda en Guayaquil y más cuando viene de las manos de doña Patricia Silva, más conocida como “Rey Morocho”
en la Alborada. El negocio lo empezó su esposo hace más de 30 años, pero luego de su partida en la pandemia, fue Patricia junto a su hija Melanie quienes tomaron las riendas y continuaron con el legado. Patricia comenta que para la preparación del morocho sigue al pie de la letra la receta familiar, agregando las medidas exactas de cada ingrediente, y junto al azúcar San Carlos forma una mezcla muy parecida a la leche condensada y ese es el secreto del sabor que hace que los clientes regresen cada tarde por más. “Me siento muy bendecida de formar parte de la familia San Carlos, ahora conocen más mi morocho y quiero expandirme a más locales”, dice Patricia.
También San Carlos ha acompañado a más trabajadores en el país, como doña Yolanda Ordóñez en Machala con su delicioso “dulce de pechiche”, con el que fomenta el consumo de esta rica tradición ecuatoriana. Para su elaboración prepara cuidadosamente cada elemento desde la recolección de la fruta, y el ingrediente que la acompaña siempre es Panela San Carlos. “La tradición del dulce de pechiche se había perdido un poco, pero desde que me vieron en la tele me hacen más pedidos y estoy cumpliendo mi sueño de llegar a más hogares”, comenta Yolanda.
Desde el Panecillo, en la capital ecuatoriana, está doña Angelita Quinapallo, quien, desde hace más de 20 años, deleita a sus vecinos y a los turistas con la dulce “espumilla” hecha con guayaba, huevo y azúcar San Carlos. Angelita nos comenta que su suegra le enseñó el oficio y ella ha continuado con la tradición vendiendo cada sábado y domingo; “Yo estoy muy contenta de estar con San Carlos, ahora mis clientes me dicen que soy famosa, me dicen vecina la vengo viendo en un anuncio en la parada del Trole”.
En cada historia se refleja la dedicación, esfuerzo y ganas por salir delante de cada trabajador; además del amor y la dulzura que ponen en cada plato. Sin duda Ecuador está lleno de personas extraordinarias que muestran lo más rico y dulce de nuestra tierra.
La dulzura nace en Marcelino Maridueña y la disfruta todo el Ecuador