El Departamento de Justicia de Estados Unidos acuso a seis militares rusos por lo que dicen fue un plan de hackeo para obstaculizar investigaciones sobre actividades reprobables del Kremlin, así como atacar a varias potencias mundiales extranjeras y exrepúblicas soviéticas.
Según el Departamento de Justicia los presuntos ciberatacantes utilizaron malware destructivo para hackear software, bloqueando miles de computadoras y generando perdidas por casi USS $ 1.000 millones. Todo esto para apoyar al gobierno ruso en sus intenciones por tomar represalias, socavar o desestabilizar redes informáticas mundiales, según las autoridades.
Los presuntos hackers son funcionarios de la Dirección Principal de Inteligencia de Rusia (GRU), una agencia de inteligencia militar del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.