Hace veinticuatro años, en los corazones de quienes conforman Pronaca, empresa ecuatoriana productora de alimentos, nació una chispa de solidaridad. Surgió la idea de llevar educación de calidad a los hijos de los trabajadores en las comunidades circundantes a sus centros de operación en Bucay y Valle Hermoso. Desde entonces, ese propósito ha guiado cada paso de la empresa.
Bajo este contexto, Plumrose, marca de embutidos, de Pronaca, a propósito del mes del Hot Dog, se sumó a la iniciativa de contribuir con sus productos a la alimentación de más de 800 niños y niñas presentes en las dos escuelas de estas localidades, demostrando así su compromisocon el desarrollo comunitario.
En San Pedro de Valle Hermoso, la donación llegó a una escuela que lleva diecinueve años enseñando a niños de la región. Esta institución, orgullo de la comunidad, ha evolucionado con el tiempo. Ahora, además de ofrecer conocimientos académicos, imparte hasta doce horas de inglés, preparando a sus estudiantes para un futuro globalizado.
Mientras tanto, en la Escuela San Juan de Bucay, la noticia de la donación ha llenado de alegría a los cerca de cuatrocientos cincuenta niños que asisten allí. Esta escuela, con veintisiete años de historia, es un faro de esperanza en la comunidad. Cada día, abre sus puertas para ofrecer conocimiento y oportunidades a quienes más lo necesitan.
El gesto de Plumrose de Pronaca va más allá de donar hot dogs a niños y niñas de la zona, es un recordatorio de que, cuando la comunidad y las empresas trabajan juntas, pueden lograr grandes cosas. En un mundo donde la educación es la llave hacia un futuro mejor, cada donación, cada acto de solidaridad, cuenta. Y Plumrose de Pronaca ha demostrado, una vez más, que está comprometida con ese futuro.