Es una medida que Boca utilizó en otras ocasiones. Pero que ahora tiene un motivo extra: el plantel no se concentrará para el partido de este jueves ante Barcelona. Después de la práctica del miércoles, Russo liberará a los jugadores, que deberán presentarse tres horas antes del partido con Barcelona. Es decir, irán directo a la cancha.
Esta es una forma de evitar la convivencia. Sobre todo, a partir del contacto que hubo el domingo con algunos jugadores de River que dieron positivos (Ponzio y Montiel, por caso). Y si bien es muy baja la posibilidad de un contagio durante un partido, la precaución no viene de más. Sobre todo, por si alguno está incubando la enfermedad.
En efecto, los testeos que se hizo el plantel el martes para el choque con Barcelona arrojaron todos resultados negativos. Pero si hubiera una secuela del contacto/cercanía con los jugadores de River, ésta podría saltar en los hisopados que el equipo se hará el viernes, esta vez para el choque contra Racing por las semifinales de la Liga.
Para evitar, entonces, que la existencia de algún episodio pueda generar un efecto contagio en el resto, es que la decisión del cuerpo médico y técnico tomó una decisión que ya adoptó en otras instancias: ir directo al Complejo Pedro Pompilio en Casa Amarilla, merendar ahí y luego ir caminando a la Bombonera.
Mientras tanto, el plantel también tomó ciertos recaudos en el entrenamiento de este miércoles, como no cambiarse todos juntos y hasta retirarse del predio con la vianda del almuerzo, para comerla en su propia casa, y así no compartir ningún salón.
