Barcelona sacó su casta, orgullo y tradición a flote, para superar un primer tiempo nefasto, en el que debió ser goleado, para empatar dos a dos con Cerro Porteño, gracias a la gestión de Segundo Castillo y el buen criterio del árbitro, para así meterse al repechaje de la Copa Sudamericana.
Barcelona Sporting Club acumuló todo lo peor de una primera etapa realmente mala, en un primer tiempo para no recordar nunca en el estadio Monumental, y en el que fue apabullado por Cerro Porteño. La visita se puso en ventaja apenas a los 3 minutos de juego, después de una hermosa jugada que terminó Damián Bobadilla.
Y a partir de eso todo fue un viacrucis para los locales, ya que el Ciclón de Barrio Obrero los peloteó, con tres acciones claras de dos; dos que salvó Javier Burrai y un remate al poste. Todo esto hasta los 43 minutos, cuando un claro tiro penal fue sancionado por el árbitro central y aprovechado perfectamente por Claudio Aquino. Así, sin que los toreros hayan producido ninguna aproximación al arco visitante, se fueron al descanso.
Para el segundo tiempo en algo mejoró el Ídolo del Astillero, y como producto de aquello, encontraría el tanto del descuento con una acción de otro partido. Corría el minuto 57 cuando Janner Corozo enfiló un remate tan hermoso como imposible para el meta paraguayo, lo que significó el tanto del descuento.
Descuento que estuvo cerca de durarle poco, ya que a jugada seguida el atacante Diego Churín agarró mal parada a la zaga amarilla y definió perfecto, pero el balón, caprichoso, se estrelló en la base del vertical de Javier Burrai. Luego, por si algo le faltaba a la tropa de Segundo Castillo, Damián Díaz acusó molestias físicas y tuvo que retirarse lesionado.